El guitarrista y fundador de la banda neoyorquina lanzó un libro que recopila varias de las mejores imágenes que tomó durante las últimas cuatro décadas. Guillermo Tupper.
(Artículo publicado en el cuerpo Vidactual de El Mercurio. Enero del 2015)
La primera vez que Chris Stein y Debbie Harry cruzaron miradas fue en 1973. La cantante debutaba al frente de un combo femenino llamado The Stilettos y, en medio de la oscuridad del bar, vio la silueta de Stein entre el público. “Por alguna razón, él me pareció prominente entre toda la audiencia”, contaba Harry en el documental “One Way Or Another” (2006), exhibido en la última versión del Festival In-Edit en Chile. “No podía ver su rostro, pero había algo en su presencia que me hizo sentir muy relajada”.
Aquel encuentro marcó el inicio de una historia de amor que, a pesar de las turbulencias, fue inmune al paso del tiempo. Primero amigos, y después novios, Harry y Stein formaron Blondie, la banda más exitosa salida de la escena punk y new wave neoyorquina de finales de los 70, con más de 30 millones de discos vendidos y siete hits que llegaron al número uno. Tras el ocaso del grupo y los excesos con las drogas, la rubia cantante postergó su carrera solista para cuidar la deteriorada salud del guitarrista, quien sufría de una extraña -y casi mortal- enfermedad a la piel. Si bien ya no son pareja, ambos mantienen vivo el legado de Blondie: en mayo del año pasado lanzaron “Ghosts of Download”, el décimo disco de estudio de la banda, y todavía hacen giras por el mundo.
Además de ser el principal arquitecto del sonido del grupo, Stein también dejó su huella como artista visual y fotógrafo. Autor de las primeras imágenes de Blondie que llegaron a las portadas de las revistas, fue el pionero en resaltar los atributos que terminaron convirtiendo a Harry en un ícono global de la moda. En septiembre pasado, y para celebrar el aniversario número 40 de la banda, el guitarrista lanzó “Chris Stein/Negative: Me, Blondie, and The Advent of Punk” (Rizzoli), un libro donde comparte varias de las fotografías más emblemáticas –la mayoría, inéditas- de su extenso archivo. El recorrido comienza a mediados de los 70, con los primeros shows del grupo, y finaliza con una foto de Harry y Philip Glass en el homenaje póstumo a Lou Reed en el teatro Apollo de Nueva York en diciembre del 2013.
Si bien las imágenes del libro cubren las cuatro décadas de la banda, la mayoría están localizadas en la escena punk y new wave neoyorquina de los 70 y 80, la misma que vio nacer a Blondie, Ramones, Talking Heads y Television sobre el escenario del difunto club CBGB. Con su guitarra en un brazo y su cámara en el otro, Stein gozó de una posición privilegiada para registrar de primera fuente aquel momento irrepetible. Entre sus mejores instantáneas destacan fotos caseras íntimas (por ejemplo, Debbie con un sartén en llamas luego de llegar a su apartamento consumido por un incendio), la trastienda de giras y conciertos y varios cameos de íconos como Iggy Pop, Andy Warhol, David Bowie, Joan Jett y Jean-Michel Basquiat.