El libro más vendido en España no es una novela, sino un cuaderno de actividades que propone 82 desafíos absurdos a sus lectores. ¿Su autor? El Rubius, un amante de los videojuegos que sube delirantes clips a YouTube y tiene más de ocho millones de seguidores. Guillermo Tupper.
(Artículo publicado en el cuerpo Vidactual de El Mercurio. Octubre del 2014)
Corría el año 2006 cuando El Rubius -álterego del malagueño Rubén Doblas Gundersen (24)- subió su primer video a la web. Por aquel entonces YouTube todavía era un sitio incipiente y él un adolescente que creó su propio canal para hacer gameplays. «En toda mi vida siempre he tenido un interés muy grande por los videojuegos», dice en un clip autobiográfico subido a su cuenta. «Jugando con (mi amigo) Mangel siempre nos reíamos y pensé que, si nos hacía gracia a nosotros, quizás a la gente también».
En sus inicios, El Rubius subía videos donde comentaba sus partidas de Skyrim, un famoso juego de rol y acción. Y, cuando empezó a ganar seguidores, incorporó nuevas secciones con sketches e historias absurdas. ¿Ejemplos? Una tarde, imbuido en una súbita fiebre consumista, va al mall a comprar un Furby que está poseído. En otro, revoluciona una pizzería al pedir solamente bordes de masa de pizza. O, en el mejor de todos, realiza una pitanza telefónica a un vidente y este accede a tener sexo telefónico. Suficiente risa y delirio para acumular más de ocho millones de suscriptores en su canal de YouTube, una cifra superior a la de megaestrellas como Beyoncé.
Conscientes del fenómeno, Temas de Hoy -un sello del Grupo Planeta– contactó al Rubius para trabajar en un texto inspirado en una de sus ideas. El resultado es «El libro troll», 192 páginas que ni siquiera tienen un párrafo completo. En rigor, son 82 desafíos absurdos para que sus millones de seguidores los repliquen en casa. En tiempos donde la crisis económica ha golpeado con fuerza las ventas de libros, el debut literario del Rubius batió todos los récords en España. Lanzado a finales de mayo, ya lleva 60 mil ejemplares vendidos -superando por varias semanas a cualquier autor de no-ficción- y, desde hace un mes, ya se puede encontrar en las librerías chilenas.
El impacto del youtuber hispano también se puede ver a diario en las redes sociales. A través del hashtag #retotroll en Twitter, centenares de usuarios de todo el mundo notifican que cumplieron alguno de los mandatos idiotas del libro. ¿Ejemplo? Taparse cada oreja con una rebanada de pan de hamburguesa y poner cara de filete de carne picada; o dibujarle una cara a un plátano y llevarlo a todos lados para, al final del día, comerlo. «Este libro es un juego y no pretende ser una novela ni un ensayo», cuenta la editora Ana Lafuente a El Mercurio. «Entendemos que hemos abierto una nueva línea y conseguido el cruce entre YouTube y el mundo de la edición. Y, desde ese punto de vista, es un cuaderno de actividades muy divertido».
YouTube: la nueva TV
Como no suele dar entrevistas, la historia de El Rubius se puede reconstruir a partir de lo que cuenta en sus videos. Hijo de una madre noruega y un padre español, vivió una infancia accidentada con estadías temporales en los dos países. Trabajó un tiempo como becario y estudió animación y modelado 3D, hasta que empezó a subir clips a la web junto a Mangel, su compañero de piso y aventuras. En septiembre pasado, cuando ambos anunciaron que iban a vivir separados, la noticia causó una verdadera conmoción entre sus fans más acérrimos.
El Rubius es uno de los máximos emblemas de un oficio cada vez más común: el de youtuber, es decir, jóvenes que se ganan la vida colgando videos en la web. Según datos de la propia empresa, el 2012 aumentó un 150% el número de youtubers que tienen un contrato de colaboración para cobrar por sus videos. El más exitoso de todos es PewDiePie, un sueco que recauda 4 millones de dólares al año por sus reseñas de videojuegos. En Chile, la cuenta más conocida es ‘Hola, soy Germán’, el videoblog donde Germán Garmendia sube monólogos de distintas temáticas y que acaba de ganar un premio en la categoría de «ícono digital del año» en los MTV Millennial Awards 2014.
Para las marcas, generar alianzas con los referentes de YouTube es una estrategia esencial para llegar a un público juvenil. Sobre todo, considerando que el popular sitio tiene una mayor penetración e influencia que la televisión en el segmento que va entre los 10 y 18 años. «Está claro que los jóvenes están cada vez más acostumbrados a lo digital y menos a los libros», dice Lafuente. «El libro de El Rubius está consiguiendo que muchos chicos que quizás no habían accedido a un libro antes, o solamente bajo las recomendaciones de su profesor, lo hayan hecho ahora encantados. Y eso es otra buena noticia para todos».
El Rubius en Chile: éxito en ventas
Hace un par de años, Valentina Roman (20, estudiante de psicología de la UC) estaba navegando por YouTube cuando se encontró con un video de El Rubius. Era en plenas vacaciones de invierno y decidió verlos todos. «Hubo dos o tres días en que no dormí, porque veía y veía los videos. Me empecé a enviciar mucho con el tema», reconoce. «El Rubius es súper adictivo. Tiene una forma de editar los videos que es súper dinámica y rápida. Y, aparte de eso, es simpático y carismático».
Apenas llegó a Chile, Valentina compró «El libro troll» en la preventa y cumplió uno por uno los 82 desafíos del libro. Pese su fanatismo, cree que el lenguaje que ocupa el youtuber español no es apto para todas las edades. «Yo encuentro que el Rubius no es para menores de 15 años. El hermano de mi mejor amiga tiene 9 años y es seguidor del Rubius a morir, pero yo creo que entiende la mitad de las cosas que habla», dice.
Lisa Sasaki (12) va en séptimo básico del colegio Pumahue y admite que su mamá le compró el libro, pero no vio el contenido de sus páginas. Hasta el momento ha cumplido cinco retos, entre ellos, pedirle matrimonio a cualquier niño que se apareciera en el patio de su colegio. Para ella, ver los videos de El Rubius es lo más parecido a un relajo. «Cuando estoy triste, me hace sentir feliz. Veo sus videos y siento que, algún día, yo también los podré hacer», dice.
Si bien la mayoría de los desafíos son graciosos, hay algunos que causaron molestia entre los padres y en algunos colegios. Por ejemplo, aquel que propone elegir a tres personas para que dibujen un pene en una hoja del libro. «Las niñas más chicas confían mucho en El Rubius y le cuentan por Twitter que su mamá no las deja comprar ‘El libro troll'», asegura Valentina. «Muchas andan con el libro escondido o van al Parque Arauco y hacen ahí los retos, porque en la casa no los dejan».
Nada de esto ha impedido que «El libro troll» esté entre los libros más vendidos en Chile. Según cifras de Editorial Planeta, desde su lanzamiento en agosto vendió más de 10 mil ejemplares y no ha bajado del primer puesto de ventas de No Ficción. «Nosotros entendimos que el público objetivo eran adolescentes; pero, a partir de los comentarios que nos han llegado, son niños de 10 años para arriba los que piden el libro, porque ya conocen al personaje desde YouTube», dice Isabel Machado, jefa de comunicaciones de la editorial.